Alerta por el alto precio del gas en Europa
Según uno de los últimos informe publicado por Eurostat con los precios de la electricidad que pagaron los hogares europeos en el primer semestre de 2024, España fue uno de los países con el coste del kWh más caro, con 0,34 €/kWh de media. Se trata de una amplia diferencia en comparación con otros países vecinos, como Francia, con 0,21 €/kWh, o Italia, con 0,32 €/kWh.
Lo que sí ha sido común en todos los territorios es la escalada continuada del precio para el kWh que llevamos viendo desde el año 2020, situación que empeoró considerablemente con el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia.
La Excepción Ibérica y el tope al gas en España
Con la intención de revertir esta situación, el gobierno español puso en marcha en junio de 2023 el mecanismo de tope al gas por el que se limitaba el precio de esta materia prima en el mercado eléctrico español a 40 €/MWh hasta noviembre de 2023. A partir de entonces y hasta mayo de 2024, el precio tope se fue incrementando en 5€ al mes hasta los 70 €/MWh.
Los primeros resultados tras la implementación del mecanismo han mostrado un ahorro medio en el precio de la luz de un 22 % para los consumidores de PVPC, en comparación con un escenario sin límite al gas. Esto se traduce en un ahorro acumulado de 72€ para los hogares con un consumo diario de 8kWh.
No obstante, el descontento de los consumidores sigue siendo evidente. Pese al impacto positivo de la medida a nivel global, la factura mensual se ha encarecido, especialmente en el verano de 2024, cuando se casi duplicó en comparación con el año anterior. La razón es el nuevo impuesto sobre el consumo con el que se compensan las pérdidas a las empresas gasistas. Como este coste depende tanto del precio del gas en el mercado internacional, que no ha dejado de crecer, como de la demanda de esta materia prima en el mix energético, que en verano fue más alta de la cuenta por la caída de producción de las renovables, su impacto en las facturas resultó ser mucho más elevado de lo que se esperaría en un contexto más positivo.
¿Cómo está el precio del gas en el resto de Europa?
En el resto de los países europeos, los gobiernos han adoptado enfoques diversos para abordar la crisis energética. En lugar de intervenir directamente en los mercados, muchas naciones han implementado medidas centradas en la reducción del consumo de electricidad. Sin embargo, los resultados han sido mixtos y no tan positivos como se esperaba.
A finales de septiembre de 2024, el precio medio del gas en el mercado eléctrico español se cerró con un precio medio de 36,8 €/MWh, lo que representa una disminución considerable respecto al precio de 120 €/MWh registrado a finales de agosto de 2024.
Precisamente Francia es uno de los territorios que está sufriendo un mayor aumento de los precios de la electricidad. En su caso, aparte de la coyuntura internacional que afecta a toda Europa, también se debe a los problemas de energía nuclear que enfrenta desde hace meses. La nuclear es la energía principal en el país, pero tienen parados más de la mitad de los reactores, en su mayoría por temas de mantenimiento. Esto ha llevado a Francia a importar una elevada cantidad de energía, sobre todo desde España, lo que ha generado cierto malestar entre los consumidores españoles, ya que en Francia se benefician del mecanismo de tope al gas sin asumir la compensación económica correspondiente a las gasistas.
Alemania, por su parte, cerró septiembre con una media de 314 €/MWh, reflejando un leve incremento respecto a los meses anteriores, por lo que su situación sigue siendo complicada. Alemania, históricamente dependiente del suministro de gas ruso, enfrentó precios récord de 580 €/MWh en julio. Aunque la dependencia del gas ruso se ha reducido desde entonces, el país continúa enfrentando altos costos energéticos.
Para mitigar esta dependencia y la presión sobre los precios, el gobierno alemán aprobó en 2022 una regulación polémica que permite la reactivación de centrales eléctricas de carbón y petróleo. Esta medida ha generado desde entonces una gran controversia por su impacto ambiental, pero se considera necesaria para asegurar el suministro energético y estabilizar los precios.
En resumen, se puede decir que desde la implementación de la iniciativa del tope al gas, España ha salido mejor parada en el mercado eléctrico que sus vecinos.
¿Cómo se preveen los precios de gas en lo que queda de año?
Desde que los precios del gas alcanzaron su punto máximo en el primer trimestre del año pasado, la tendencia ha cambiado y ahora estamos viendo precios similares a los anteriores al inicio de la crisis energética de 2021. De hecho, en la última reunión de la Comisión Europea llevada a cabo a principios de septiembre, el organismo da finalmente la crisis energética de 2022 como terminada.
Se espera que esta estabilidad de precios continúe durante todo el año debido a cuatro factores principales:
- El clima: Los últimos dos inviernos en Europa han sido inusualmente cálidos, resultando en una demanda de gas notablemente baja.
- Estado de las reservas: Las instalaciones de almacenamiento de gas en Europa están casi al 65 % de su capacidad total.
- Alta oferta: La importación de gas desde Noruega ha sido robusta, asegurando un suministro constante.
- Crecimiento de las energías renovables: La expansión de la energía solar y eólica está reduciendo la dependencia del gas en la producción de electricidad.
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