¿Fugas de gas? Descubre si afectan tu factura de gas
Una fuga de gas puede hacer que el contador registre un consumo elevado, incluso si no se está usando el gas, lo que terminará reflejado en la factura a final de mes. Sin embargo, el olor a gas es la principal señal de una fuga. En caso de detectar este olor, abre todas las ventanas, evacúa la vivienda y contacta de inmediato a la distribuidora de gas.
¿Cómo detectar una fuga de gas en casa?
Si se detecta una fuga de gas, lo importe es seguir los siguientes pasos:
- Prestar atención al olor, el gas natural es inodoro, pero las compañías de gas agregan un olor para que sea fácil detectar una fuga.
- Buscar señales físicas: si hay una fuga de gas, es posible ver una llama amarilla o naranja en lugar de azul en los aparatos de gas. Asimismo, las paredes cercanas a los aparatos de gas pueden estar tibias o con condensación en las ventanas cercanas.
- Usar un detector de gas: actualmente en el mercado se pueden comprar detectores de gas, y son especialmente útiles si se tienen aparatos de gas en áreas poco ventiladas, como el sótano.
- Las fugas de gas pueden liberar monóxido de carbono en el hogar, lo que puede causar náuseas, dolor de cabeza, mareo o incluso la muerte.
¿Cuáles son las consecuencias de una fuga de gas no detectada?
Las fugas de gas pueden ser peligrosas y tener graves consecuencias si no se detectan a tiempo, y se toman las medidas pertinentes.
- Riesgo de explosión: una fuga de gas continua, en un espacio cerrado puede explotar si se enciende una llama o chispa.
- Intoxicación por gas: el gas natural no es tóxico, pero al quemarse produce monóxido de carbono que es venenoso. En caso de fuga de gas, se puede liberar monóxido de carbono en la vivienda y producir: náuseas, dolor de cabeza, mareo, entre otros.
¿Cómo prevenir fugas de gas en casa?
El gas es una de las fuentes de energía que todavía siguen presenten en las viviendas, para cocina o como calefacción. Su uso puede ser peligroso si no se tienen en cuenta algunas medidas básicas de seguridad.
- Revisar de manera periódica los tubos, calderas y otros accesorios por los que pasa el gas.
- Evitar que las llamas se apaguen por el aire o al derramarse un líquido, en especial si se está cocinando. El gas podría seguir saliendo y acumularse, con riesgo de explosión.
- Apagar el gas cuando no se vaya a utilizar, en especial en las cocinas.
- Si la llama de gas es amarilla en lugar de azul, hay que ponerse en contacto con el servicio técnico, ya que puede significar que se están generando gases tóxicos.
- Realizar una revisión de la instalación cada 5 años por el personal autorizado.
- Al salir de casa, asegurarse de que la válvula del gas se encuentra correctamente cerrada.
- En caso de que se inicie un fuego, usar un paño húmedo para extinguir la llama y contactar con emergencias.
- Disponer de una buena caldera, en muchos casos se opta por aguantar con la misma a pesar de que no funcione correctamente. Por ello, se recomienda cambiarla cuando sea necesaria, para evitar sustos innecesarios.
¿Qué hacer en caso de detectar una fuga de gas?
En caso de detectar una fuga de gas, se deberá llamar inmediatamente al proveedor de gas, bomberos o un experto para revisar la instalación y evitar un accidente.
Asimismo, en caso de fuga leve de gas, se recomienda abrir las puertas y ventanas para que circule el aire, y evitar encender a toda costa cerillas o encendedores. Si la fuga fuera mayor, evacuar la vivienda y no acceder a ella hasta que no haya sido revisada.
Si tienes alguna pregunta sobre este tema o quieres hacernos alguna sugerencia, no dudes en escribirnos a través de nuestro Buzón del Experto y estaremos encantados de responderte.