Septiembre suele ser un mes de bastantes gastos, especialmente en aquellos hogares que están viviendo la vuelta al cole de los más pequeños. Este año, a los gastos habituales que conlleva la cuesta de septiembre tenemos que sumarle las recientes subidas del precio de la luz, cada vez más habituales. Pero, ¿A qué se deben? ¿Cuándo dejará de subir la luz?
Evolución del precio de la luz
El precio de la luz acumuló al finalizar agosto cuatro meses de escalada vertiginosa. Desde abril, donde se marcó un precio increíblemente bajo (13,45 €/MWh), la luz ha ido subiendo a pasos agigantados. En mayo, se pagó de media a 30,57 €/MWh, en junio a 57,10 €/MWh y en julio se alcanzaron los 73,22 €/MWh. Aun así, no ha sido hasta agosto cuando nos hemos encontrado un precio que supera al mismo mes del año anterior. Este mes cerró con una media de 101,38 €/MWh, un 14 % más que el precio de julio y tres veces más que el mismo mes del año pasado.
Y es que en agosto incluso se han batido récords de precios diarios. En todo 2021, solo hubo dos días que superaron los 100 €/MWh, mientras que este agosto solo hubo 6 días en los que se bajó de ese precio.
Motivos de estos precios
Desde el inicio de la guerra de Ucrania y la imposición de sanciones a Rusia, el precio del gas se disparó. Durante este año la inestabilidad en Oriente Medio ha contribuido a que el precio de los combustibles fósiles se mantenga alto. Tal y como funciona actualmente el mercado eléctrico en España, el precio de la luz lo determina la energía más cara que se necesita para poder cubrir la demanda energética.
Precisamente durante agosto, las altas temperaturas han provocado un aumento considerable de la demanda. A esto se ha unido un descenso en la generación de electricidad mediante energía renovable. Por ejemplo, la energía solar ha generado mucha electricidad durante el mes pero, lógicamente, se ha concentrado toda durante el día, creando excedentes que no se podían acumular ni consumir. Ha sido durante las noches cuando la energía eólica e hidráulica no han podido cubrir toda la demanda y ha sido necesario acudir a otras tecnologías más caras.
Previsiones futuras
Durante los primeros días de septiembre los precios subieron en la mayoría de los mercados eléctricos europeo. Así, el 1 de septiembre la luz tuvo un valor de 170,47 €/MWh, al día siguiente 162,33 €/MWh y 154,20 €/MWh el día 3. Sin embargo, estos últimos días gracias a los registros de récord en la producción de energía solar, el mercado ibérico que conforman España y Portugal han conseguido ser la excepción europea y calmar la subida de precios.
En la semana del 2 de septiembre, la producción solar aumentó con respecto a la semana anterior en la peninsula ibérica, cambiando así la tendencia de las últimas tres semanas. El mercado español, donde se incluye a la solar fotovoltaica y la termosolar, registró el mayor incremento, del 7,3%. incluso el pasado viernes 6 de septiembre, el mercado español alcanzó la mayor producción fotovoltaica diaria de un mes de septiembre, con una generación de 171 GWh.
Por tanto, actualmente en España la tendencia es a la baja, es decir, los precios, pese a ser muy elevados, se están reduciendo poco a poco. La prestigiosa empresa especializada en energías renovables y previsiones AleaSoft Energy Forecasting así lo corrobora.
Se prevé que las temperaturas dejen de ser tan extremas, lo que permitirá reducir el consumo energético en España. La llegada de lluvias e inestabilidad, por otro lado, impulsará la generación de electricidad mediante energía eólica, abaratando aún más los precios. Sin embargo, no se espera que se vuelvan a ver precios tan bajos como los 13,45 €/MWh que se marcaron en abril.
Si es cierto que a medio y largo plazo dejaremos de ver cambios tan importantes en los precios, ya que desde este año se han empezado a utilizar los valores de mercados a futuro, es decir, la previsión de cuánto costará la energía dentro de varios meses e incluso años. Estas subastas irán aumentando su peso durante los próximos años a la vez que se reduce la importancia del coste de generar electricidad en un día concreto.
A quien afecta la cuesta de septiembre
La subida de la luz afecta a todo el mundo, aunque hay algunos hogares en los que la cuesta de septiembre será más pronunciada. El precio de la luz tiene un impacto directo sobre los contratos firmados en el mercado regulado, también conocido como el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Estos contratos facturan la luz al mismo precio al que se vende en el mercado mayorista, por lo que las facturas de los últimos meses han sido bastante elevadas. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estima que la factura de un hogar que tenga contratada una potencia de 4,4 kW y consuma 250 kWh alcanzará los 57,19 €, lo que la convierte en la factura más cara de lo que llevamos de año. Las tarifas del mercado libre que tengan precios indexados también se enfrentarán a este problema.
El resto de hogares seguirá manteniendo el mismo precio que pagaban hasta ahora, a menos que les toque una revisión de la tarifa. En ese caso, al subir los costes, las empresas podrían ofrecer tarifas al alza. También los costes de producción de muchas industrias subirán, lo que podría traducirse en subidas de precios de ciertos productos a corto y medio plazo.
Alternativas
Sin duda, la mejor forma de no verse afectados por la subida de precios es contratar alguna de las tarifas que ofrecen precios invariables. La más habitual es la tarifa con un solo precio, sea cual sea la hora del día. Es la que ofrece mayor tranquilidad, ya que no hay que estar pendiente de la hora para ahorrar dinero.
La otra opción es contratar una tarifa con discriminación horaria. Estas ofertas también tienen varios precios fijos, es decir, que no dependen del mercado, pero van variando según la hora del día. Si se aprovechan al máximo las horas en las que el precio es más barato, los hogares pueden ahorrarse varios euros al mes. Sin embargo, tener que estar pendientes de los tramos horarios puede generar un estrés que no muchas personas están dispuestas a asumir.
Por tanto, si se quiere dejar de depender del precio de la luz, lo mejor es pensar cómo es la forma de consumir del hogar y utilizar un comparador de tarifas para encontrar la que mejor se adapte a las necesidades energéticas.
