Calefacción o gas: ¿Cuál es mejor?

Si quieres saber qué opción resulta más económica y sostenible para tener energía en tu hogar, calefacción o gas, continúa leyendo: aquí encontrarás las claves para decidir fácilmente qué sistema encaja mejor con tus expectativas.

Gas o calefacción: ventajas y desventajas de cada tipo de suministro

Tanto la calefacción eléctrica como el gas presentan determinadas ventajas y desventajas que conviene analizar para decidir el tipo de suministro que instalar en nuestro hogar.

Pros y contras de la calefacción eléctrica

Entre las ventajas que supone la calefacción se encuentran que no requiere el almacenaje de combustible en casa, ni obras o mantenimientos en sus componentes de funcionamiento. Otro aspecto que destaca de la calefacción es que no desprende olores y no conlleva riesgo de fuga.

La principal desventaja de la calefacción eléctrica es que resulta más cara que obtener energía mediante el gas. Para el mismo consumo, se estima que el coste de la electricidad es casi cuatro veces superior.

Pros y contras del gas

Las ventajas del gas también son muy interesantes ya que se trata de un tipo de suministro más sostenible con el medio ambiente, con un impacto mucho menor -cuando hablamos de gas natural-. Pero también resulta ser el que tiene el coste más barato. Gracias a su mecanismo de funcionamiento, hace falta menor cantidad de energía para lograr la misma temperatura. Por otra parte, tampoco requiere almacenamiento de combustible al tratarse de un suministro canalizado.

La desventaja del gas más destacable es que, generalmente, sí requiere de mantenimiento y controles para garantizar que la podamos disfrutar siempre con la máxima seguridad. Otro aspecto que destacar de este tipo de suministro es que el gas natural tiene la mayor cantidad de ventajas, por lo que debemos evitar los suministros de gases licuados del petróleo.

¿Y la instalación? ¿Cuál es la más segura y económica?

Para dar de alta un suministro necesitaremos, por norma general, una caldera: puede ser de gas o eléctrica. Si la vivienda ha tenido anteriormente un suministro activo, ya sea de un tipo u otro, contamos con una base que puede ser aprovechable. Pero cuando se trata de unavivienda de obra nueva, es necesario realizar una instalación y/o ajustes.

En términos de coste, las calderas de gas natural son también más económicas que las eléctricas, no obstante, en los dos casos el precio de instalación sería similar rondando los 350€.

Con relación a la seguridad, la calefacción eléctrica no implica riesgo de fuga. Por eso, para cubrir esta necesidad en el gas se exigen a nivel legal una serie de pautas para las instalaciones y mantenimientos, que son de aplicación para empresas proveedoras y propietarios. Gracias a ellas, hoy en día podemos usar el gas con todas las ventajas que conlleva y con total seguridad.

Resumen: ¿Qué sistema es mejor?

En términos económicos y de sostenibilidad, el gas natural resulta claramente vencedor, ya que no solo nos permitirá tener una factura más barata, sino que también genera un menor impacto ambiental. Eso sí, es más exigente con su instalación y mantenimiento.

La electricidad es también un suministro muy cómodo, pero el coste es bastante mayor. Además, salvo que la energía proceda de paneles solares para el autoconsumo o energías verdes renovables, cada vez más presentes en los hogares españoles, la calefacción convencional resulta menos limpia si hablamos de su relación con el medio ambiente.

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