Cuando nos planteamos adquirir un vehículo eléctrico, una de las principales objeciones que ponemos es que no hay muchos puntos de recarga disponibles. Por tanto, hacer viajes con un vehículo eléctrico está muy condicionado a tomar rutas concretas y esperar mucho tiempo a que la batería se cargue por completo. Sin embargo, ¿es esto cierto?
La patronal de fabricantes Anfac ha elaborado un nuevo barómetro en el que detallan cómo está la red pública de recargas en el tercer trimestre de 2024, así como si se están cumpliendo los objetivos de electrificación marcados por la UE.
Estado de la red de puntos de recarga públicos
En el tercer semestre de 2024, España ha alcanzado un total de 37.876 puntos de recarga públicos para vehículos eléctricos. Esto representa un crecimiento ligeramente superior al del trimestre anterior.
- 26.907 puntos con una potencia igual o inferior a 22 kW.
- 1.631 puntos con una potencia entre 22 kW y 50 kW.
- 6.633 puntos entre 50 kW y 150 kW.
- 1.731 puntos con potencias entre 150 kW y 250 kW.
- 974 puntos con una potencia igual o superior a 250 kW.
Este aumento significativo se centra especialmente en los puntos de carga rápida y ultrarrápida, que son clave para fomentar el uso de vehículos eléctricos en trayectos largos
Desigualdades regionales
El retroceso en el mercado limita la evolución de España en el Barómetro de Electromovilidad, avanzando solo en una décima respecto al
trimestre anterior y obteniendo un valor de 15,3.
La comunidad autónoma que más puntos de recarga tiene es Cataluña, con 9.066. Es, además, la que tiene más infraestructuras sobre la población motorizable y una de las que más crece (1,9 puntos sobre 100). Le siguen, aunque a mucha distancia, la Comunidad de Madrid, con 4.985 puntos; Andalucía, con 4.544 y la Comunidad Valenciana, con 4.166.
En el otro extremo, excluyendo Ceuta y Melilla, que cuentan con 8 y 26 puntos de recarga respectivamente, las regiones con menos puntos de recarga públicos son La Rioja (240), Cantabria (642) y Extremadura (809). Destacan los crecimientos en Aragón (+2,1), Cantabria (+ 1,5) y Extremadura (+1,2).
Objetivos de crecimiento
España está inscrito al plan Fit for 55, con el que se busca conseguir un mercado más electrificado que ayude a luchar contra el cambio climático. Sin embargo, según datos de este barómetro, España estaría todavía muy lejos de cumplir con los objetivos, especialmente si se mantiene el ritmo de crecimiento actual.
En total, la instalación de puntos de recarga de este trimestre avanza solo en 0,6 décimas respecto al trimestre anterior, registrando una puntuación total de 9,3 puntos. Nuestro país aún está muy por detrás de los 9,1 % puntos de recarga que se deberían de tener instalados a finales de año, un 5,1 % de los que se quieren tener en 2025 y apenas el 1,2 % de los que restan para cumplir el objetivo de tener 300.000 puntos de recarga públicos en 2030.
A nivel europeo, España también se encuentra a la cola de los países en infraestructuras solo por delante de Hungría y la República Checa. No obstante, todavía es posible estimular la electrificación de la flota española y las infraestructuras. Solamente hay que fijarse en el alto índice de crecimiento que está experimentando Portugal, creciendo 1,1 o Italia con un 1.
Principales retos de la red de carga pública
Para estimular la venta de vehículos eléctricos tanto para particulares como para empresas, Anfac ve imprescindible que se siga apostando por expandir la red de recarga. Aun así, aseguran que no vale con crear más puntos de recarga de baja potencia, ya que los tiempos de espera en los cargadores públicos es uno de los mayores impedimentos a la hora de adquirir un vehículo eléctrico. Entre los objetivos que se marcan destaca que el 51% de los puntos de recarga públicos deban contar con potencias superiores a los 22 kW en el año 2024. Actualmente, tan solo el 29% de la infraestructura lo cumple, es decir, que en el 75% de los cargadores el tiempo de espera mínimo para que la batería se recargue por completo es de 3 horas.
Por eso, se espera que cada vez haya más puntos de recarga que soporten, al menos, 150 kW de potencia, aunque lo ideal es que lleguen a 250 kW. Con esta potencia, los turismos se podrán cargar completamente en menos de media hora. Además, los vehículos eléctricos pesados no pueden cargarse con menos potencia, por lo que disponer de más opciones puede llevar a que muchas industrias se planteen cambiar su flota.
Pese a tratar de ser exigentes, desde la patronal valoran los avances y señalan que la falta de información sobre la localización y situación de los puntos de recarga impide que se sepa que España dispone ya de una red suficientemente extensa como para poder utilizar vehículos eléctricos de forma habitual.